Esta web utiliza cookies propias y de terceros para recopilar información que ayuda a optimizar la visita, aunque en ningún caso se utilizan para recoger información de carácter personal.

Más información

Comarca

Ayuntamiento de Villanueva de Algaidas

Comarca

La comarca Nororiental es el paso histórico entre la Andalucía del Guadalquivir y la Andalucía esteparia y montañosa, y el corredor natural entre la Vega de Antequera y la de Granada. Esta situación la ha convertido en cruce de caminos, donde se dan una excelentes comunicaciones con las vecinas provincias de Granada, Córdoba y Sevilla.

La comarca se compone de tres zonas diferentes. Los municipios septentrionales, formados por Cuevas Bajas, Cuevas de San Marcos, Villanueva de Algaidas y Villanueva de Tapia. Los municipios centrales son Archidona, Villanueva del Trabuco y Villanueva del Rosario. Y por último una zona meridional donde el paisaje cobra una gran importancia con formaciones montañosas que cruzan la provincia.

Su paisaje, como su economía, está dominada por la rotunda presencia de los olivares, que en sus retorcidos troncos guardan los secretos de los típicos parajes del lugar.

En los últimos años se han fortalecido otras actividades como la ganadería, los lácteos o las cooperativas textiles. Sin embargo, la riqueza de la comarca sigue nutriéndose fundamentalmente de la agricultura, que aquí, en este rincón de sosiego y destiempo, lo abarca todo, y es que no hay vecino que se prive de mirar al cielo cuando se acerca el tiempo de lluvias, o que no conozca del trasiego antiguo de los que andan al campo a recoger el jornal. Pueblos que viven volcados en la raíz de su historia, donde el tiempo avanza a ritmo de cosecha.

 

  puente medieval

Su naturaleza acoge con gusto las elevaciones urbanísticas de los siete municipios. En sus calles se recogen importantísimas ejemplos del patrimonio artístico de la provincia, sobresaliendo Archidona como un gran muestrario de esas expresiones monumentales: el castillo, la mezquita, las iglesias rupestres, los conventos, las ermitas tejen un conjunto de gran belleza. El urbanismo de las calles y plazas se levantan como en un desafío, creando espacios únicos. Un rico patrimonio que se nutre del arte, la historia, las costumbres, la artesanía y la forma de vida de sus gentes. Una herencia atesorada a través de siglos y que ha propiciado el florecimiento de una cada vez mayor industria del turismo.

Valores como su rica gastronomía, en la que se puede encontrar desde ajoblanco, bornonía, cachorreñas, carne con vitualla, estofado, migas, pisto, papandúas; hasta más de una decena de dulces tradicionales. Una gran variedad basada en los productos de la tierra.

Las fiestas, tradiciones y costumbres son otro de los elementos que atraen sin remedio la atención del forastero, que encontrará en estas tierras la posibilidad de disfrutar de la vida.